domingo, 3 de marzo de 2013

Más que amigos en Argentina...

Un par de meses atrás, vía Facebook, había recibido una petición de amistad de alguien a quien le interesaba mi viaje y que –de hecho- seguía mi blog con regularidad; se le notaba como una de esas personas que necesitaba sentirse en movimiento, amante de las motocicletas y de la buena música y apasionado por la vida… Mi blog había llamado su atención al plasmar parte de ese sueño viajero que tenía en su corazón, pero que aun no podía hacer realidad. Su nombre: Jorge di Salvo.
Pues bien, a mediados de diciembre veo en el “muro” de Facebook de Jorge un evento llamado “Fiesta de Fin de Año... y del Fin del Mundo” y una invitación para unirme al evento. No me tomó mucho tiempo decidir que recibiría el Año Nuevo en San Antonio de Arredondo, cercanías de Carlos Paz, provincia de Córdoba.
Así que después de pasar la noche en una estación de servicio a orilla de la carretera -donde pude armar mi carpa- y de recorrer el largo trayecto que separa a Cafayate de Córdoba, llegaba el 30 de diciembre a San Antonio de Arredondo. La fiesta estaba programada para esta fecha y no para el 31, esto con el fin de no interferir con compromisos familiares de los asistentes, a partir del mediodía.
Las instrucciones de Jorge fueron claras y no tuve inconveniente en encontrar su casa, ubicada frete a un cristalino y tranquilo río donde la gente se refrescaba bajo el sol de verano. Qué lugar más tranquilo y paradisíaco! Inmediatamente reconocí su cabello largo y un poco desaliñado cuando llegué al umbral de la puerta y fui recibido por él y sus mascotas: 4 lindos ejemplares caninos de la raza Cockers Black & Tan: Oso, Cielo, Luna y Keyra y una tierna –ya de edad avanzada- pastor Alemán llamada Negra.
Su casa invitaba al descanso y al relax… Una piscina de dos niveles con un puente en madera y un jacuzzi en el otro extremo separaban la casa principal del garaje, donde descansaban la Kawasaki LTD 454 del '87 y el Chevrolet es un Impala de '59, las reliquias de Jorge; su recibimiento fue como si se tratase de un viejo amigo y así me lo hizo sentir!
Poco a poco empezaron a llegar el resto de “locos” cargados con instrumentos musicales e irradiando una energía y alegría increíblemente contagiosa; guitarras, bajos, trompetas, batería, saxofón, armónicas, teclados y no sé qué cosas más, entre marañas de cables y amplificadores que llenaban el espacio antes vacío… Se empezaba a respirar ambiente festivo del Fin del Mundo: esa noche tendríamos concierto privado de Poison Whiskey!

Yo... Tratando de hacer sonar la trompeta...
Zambullidas en la piscina, cerveza para el calor veraniego cordobés, fernet con Coca Cola y hielo… la noche llegaba y el olor del asado invitaba a degustar chorizos, vacío, lomo, tira de asado, bifé… apenas duraba la carne en la mesa antes de ser devorada rápidamente por los comensales que, entre instrumentos y trozos de carne, no atinaban a cuál dirigirse.

En la piscina!!!

Con Jorge y Christian (su hijo) di Salvo


El "Chevy" Impala

Señoras y Señores.. Con ustedes: Jorge di Salvo en el teclado!
El sonido de guitarras eléctricas y batería se desvaneció paulatinamente dando paso a guitarras acústicas que acompañaban las primeras luces del amanecer; ya muchos habían caído en brazos de Morfeo mientras otros entonaban e improvisaban tonadas dedicadas a los sapitos que curiosamente se acercaban al estanque contiguo…


Poison Whisky en concierto!
Durante la mañana del 31 algunos abandonaron la casa, buscando ya sus familias y lugares donde pasarían la noche de Año Nuevo. Solo quedamos unos cuantos en casa de Jorge, pero el calor humano que se respiraba en el espacio entre el comedor y la sala de estar hacía pensar en una numerosa familia. Un concierto de Iron Maiden (Live in Santiago) fue el preámbulo a la despedida del 2012, anunciada por las luces y fuegos artificiales a la media noche.
Recordaba a mi familia y esperaba que ellos estuvieran pasándola de lo mejor; que a pesar de los kilómetros que nos separaban, pudieran percibir el inmenso sentimiento que les enviaba mentalmente... estoy seguro que así fue…

Cena de Fin de Año 2012 - 13

Inesperados comensales!!! Este es SU territorio!
La cena, preparada por Jorge y Elizabeth principalmente, tenía ese sabor y sazón que solo las cosas preparadas con sentimiento, en este caso aquel que une a los amigos, pueden tener. Una vez mas era testigo de la solidaridad y calidez humana del pueblo argentino... y no sería la última vez… Por eso digo que, más que entre amigos, me sentí como en familia entre los argentinos!

Brindis de Año Nuevo
El año nuevo empezaba bien... un día de merecido descanso entre la piscina (o pileta, como le llaman en Argentina) y una buena lavada a la moto…
Jorge partiría hacia Brasil en compañía de otros amigos pero me ofreció quedarme en su casa el tiempo que fuera necesario para descansar… la invitación era muy atractiva y decidí permanecer un día más; tras su partida decidí dar un paseo por la ribera del río y almorzar un fiambre de milanesa en un tranquilo paraje. 

Río San Antonio, tranquilo y refresacente en verano
Llegué a un sitio donde las familias organizaban asados y compartían alegremente… por un momento me sentí fuera de lugar con mi fiambre de milanesa, como si estuviese “rompiendo algún código intrínseco de conducta del asado”… como un sacrílego por estar comiendo milanesa en medio del riguroso ritual del asado que esas familias llevaban a cabo! La caminata fue reconfortante, pudiendo sumergirme en el río a mi antojo cada vez que el calor arreciaba. El día siguiente estaría fresco y dispuesto a continuar mi viaje; próximo destino: Provincia de San Luis. Esa vez mis agradecimientos y mejores deseos estarían con Jorge y sus amigos, por recibirme en estas fechas especiales y aliviando un poco la nostalgia por la ausencia familiar.

Mi intención inicial era dirigirme al sur buscando la población de Rio Cuarto, donde Gustavo Alvarez y Malvina estarían, y compartir así un rato con ellos para desplazarme posteriormente a San Luis; sin embargo, al seguir la ruta de “La Cumbre”, que de San Antonio conduce a San Luis me di cuenta que se trataba de una completamente diferente y me llevaría hacia el oeste… El plan de visitar Rio Cuarto había ido abortado.
El camino de las Altas Cumbres comenzó a construirse en los años 60 y su terminación en los últimos años ha permitido vincular de una manera más ágil el valle de traslasierra con las otras regiones de la provincia de Córdoba; además de convertirse en una importante vía de comunicación entre otras provincias argentinas.
Al ser un camino de montaña, su trazado es sinuoso y por ello es necesario conducir con precaución: hay que tener en cuenta la usual presencia de neblina; que la lluvia y ocasionalmente la nieve (en época invernal) empeoran las condiciones de manejo; y no incrementar excesivamente la velocidad en las pronunciadas pendientes. Afortunadamente no tuve mayor problema con la neblina que solo fue ocasional y mi ritmo de conducción me permitía disfrutar de la ruta de manera segura.

Paisaje desde el paso de Las Cumbres

Continuando el ascenso hacia traslasierra, se cruza el río de La Suela donde hay un parador, y las obras de una nueva ruta de enlace. Más adelante se arriba hasta el paraje La Pampilla, donde está el acceso al Parque Nacional Quebrada del Condorito (pero no el de la caricatura…)
Tras descender por un camino igual de sinuoso, se llega a Mina Clavero y posteriormente a Villa Dolores, pequeño poblado donde encontré el camping municipal a la orilla de un arroyo; allí pasé la noche.

A orillas de este arroyo está el camping municipal de Villa Dolores
Con la intención de visitar el parque nacional de Las Quijadas me dirigí por la ruta 20 pasando por Quines, pero la señalización un poco confusa hizo que me devolviera hasta la estación de servicio a preguntar la dirección correcta; sin embargo, justo antes de llegar a la estación y  en una rotonda cercana, veo a un sujeto haciendo señas para que me detuviese. Se presentó como Roberto Zalasar (así lo escribe Roberto, con Z), presidente del Club de Motociclistas de Villa Mercedes “Cascos Mercedinos”, le acompañaba su primo y una elocuente, simpática y muy amigable dama que se presentó como Raquel. Roberto y su primo estaban marcando las rutas que cubrirían en un próximo evento de motociclistas y del cual era el organizador; Raquel, por su parte, era la líder de promoción turística de Quines y una asidua motociclista que ayudaba a Roberto (después descubrí que ayuda básicamente a todo aquel que necesite alguna ayuda) en la confección de las rutas.
De una simple pregunta indagando por la ruta, pasamos a intercambiar una que otra experiencia relacionada con las motos y, de repente, Raquel propone un asado en su casa! Accedí de inmediato, contagiado por la buena energía y disposición de este grupo de argentinos que, una vez más, me brindaban su hospitalidad.

Raquel y Roberto en Quines

Nuevos amigos en provincia de San Luis

Con Raquel en su "Chopper"
Buena carne, buena charla, buenas historias y un aguacero que como vino se fue… Era tiempo de partir. Roberto se ofreció a mostrarme la ruta acompañándome en su auto, si quería pasar la noche en San Luis (capital), él podría arreglar un sitio dónde alojarme.
Resultó ser el taller de motos de un amigo suyo llamado Cristian Regis, quien tenía una pequeña habitación al fondo del taller donde era más que bienvenido!
San Luis es una ciudad atípica den Argentina, destacándose su exclusividad en conexiones a Internet que provee a todo el aglomerado de WI-FI gratis, convirtiéndola, junto a Buenos Aires y Marcos Paz en una de las elegidas como finalista entre 150 ciudades inscriptas en América Latina para establecer los distritos que mejores esfuerzos realizan en torno a la digitalización de la administración pública (según alguna fuente “oficial”).

Réplica del Cabildo Nacional en "La Punta" - San Luis

Atardecer en el paso desde La Punta a Potrero de Los Funes

Al día siguiente y aprovechando el ofrecimiento de Cristian, instalamos el sistema de estacionarias o “balizas” como le llaman en Argentina, que consideraba necesario para la moto. Fui a dar un paseo por la zona céntrica y en la noche aprovechamos para cenar en el sector turístico de la ciudad (que no es muy grande por cierto). La solidaridad de Cristian y Belén (que a pesar de hacerse común en este país, no dejaba de conmoverme) hizo que me quedase un día más en esta ciudad, tiempo que empleamos en almorzar con la familia de Belén e ir al cine (El Hobbit – 3D).

Cristian instalando el sistema de estacionarias



3D en San Luis
Mi camino continuaba hacia Mendoza. Raquel y Roberto, quienes pertenecen a una red de solidaridad al motociclista habían movido algunos hilos para conseguirme sitio en esta ciudad. Resultó que había sitio para mí en casa de Mario Héctor Casas, Presidente del Club LAMA Mendoza quien me esperaba en su casa de la calle Luzuriaga.
Mendoza es una ciudad con una excelente forestación, muchos árboles, regados por canales pequeños (acequias) que se ubican junto a casi todas las calles, proporcionándoles el riego necesario. Esto es realmente meritorio considerando que el entorno es árido y casi desértico! La ciudad se centra alrededor de la plaza Independencia, con una calle peatonal, la avenida Sarmiento.
El sitio que más atrae turismo –a mi parecer- es el parque San Martín. El Parque General San Martín, es el parque más antiguo y el principal de Mendoza. El parque abarca 307 ha cultivadas y 86 ha en expansión con 17 km de recorrido. Dentro del mismo se ubica un complejo deportivo que incluye el estadio “Malvinas Argentinas” y que sería sede del campeonato de fútbol Sub-20 a partir del día siguiente a mi llegada (esto solo lo supe después de mi arribo y fue totalmente coincidencial!).
Así que después de instalarme en casa de Mario, donde estaba pernoctando también otro motociclista de Buenos Aires (Diego Baz LAMA Bs Aires), decidimos dar una vuelta en las motos y degustar un “pequeño” sandwich en uno de los negocios locales; era la noche del 7 de enero y al llegar la media noche, dando la bienvenida al 8 de enero, entraba a celebrar mi cumpleaños número cuarenta… Una improvisada canción de cumpleaños entonada por Mario, Diego, Cristina y otros motociclistas de LAMA Mendoza que se habían unido al grupo, con desafinadas voces de as que se rescataba su buena intención, sirvió como despedida al sitio de comidas y nos animó a recorrer el lago del parque San Martin, así como las afueras de la ciudad, desde donde se divisaban las luces del área metropolitana.

Con Cristina, Mario y Diego en Mendoza

Un "pequeño" abrebocas
Al día siguiente decidí ir al centro de la ciudad a cambiar un poco de dinero; cuál no sería mi sorpresa cuando al ver la bandera de Colombia en mi motocicleta todos me interrogaban si estaba allí para ver los partidos del campeonato Sub-20… “Qué campeonato??” respondía yo… Pues si, el día siguiente sería la inauguración del Suramericano de Fútbol Sub-20 y precisamente el partido inaugural sería Colombia – Paraguay. Y yo estaba allí para ser testigo, o eso esperaba!
Mi visita a Mendoza había sido planeada con algunos días de anticipación para esa fecha, con la intención de poder encontrarme con mis amigos Paddy y Julieta Brennan, grandes amigos de mi época en Japón. Ellos estarían de visita también y podríamos reunirnos después de un largo tiempo sin habernos visto.
La velada esa noche, pues, fue en compañía de esta linda pareja australiano-argentina, quienes hicieron que la noche de mi cumpleaños algo especial; un bueno vino Malbec, asado y buena conversación que tocaba tópicos interesantes de economía local y saltaba de pronto a historias de nuestra antigua vida en Japón… 


Cumpleaños con Paddy y Julieta
La mañana siguiente decidí visitar el estadio donde se jugaría el partido inaugural del campeonato; metiéndome por allí y por acá, pude averiguar que la selección Colombia se hospedaba en el hotel Arena Maipu, a una tres cuartos de hora de allí. No solo ese, pude conseguir una boleta de cortesía para ingresar al estadio esa noche.


Frente al estadio Malvinas Argentinas de Mendoza
Me dirigí pues al hotel, que no fue difícil de encontrar y esperé un rato a que me dieran información del personal Colombiano en el hotel; también había un grupo de otros cuatro Colombianos vallunos (Buenaventura), quienes viviendo en Mendoza no querían perderse un solo movimiento de la selección en este territorio. Rato después salieron los directivos y luego los jugadores, el revuelo fue total! Nos tomábamos fotos y yo no podía más que ocultar mi ignorancia pues no sabía quién era quién… solo atinaba a acomodarme para la foto y preguntar disimuladamente de qué jugador se trataba (debo confesar que el fútbol no es mi gran pasión y en ese momento lo pagaba caro…) Sin embargo, esa noche era hincha furibundo de “Mi Selección” carajo!!

Frente al hotel Arena Maipu

Con Luis Fernado Bedoya - Presidente de la Federación Colombiana de Fútbol

Un nuevo miembro en el cuerpo policial?

Con LA SELECCIÓN
Era hora de partir para el estadio; recibí otra boleta de cortesía, esta vez para una mejor ubicación dentro del estadio y me alisté a partir con el mismo rumbo que seguiría el convoy… Y es que se trataba de un bus con los jugadores, un microbus con el cuerpo de apoyo, un vehículo con las directivas y 8 policías motorizados a bordo de sendas BMW’s que encendieron sus sirenas y luces anunciando el comienzo del recorrido. Toda una parafernalia…
Momentos antes había entablado amistad con uno de los policías del escuadrón especial asignado a la selección quien, presurosamente, me indicó meterme al convoy y seguir en la parte trasera y ”no parar” pues ellos e encargarían “del resto”…
Arrancamos. Sirenas, luces, parecíamos la comitiva presidencial de Obama y yo ahí detrás, con la sangre fluyendo y la adrenalina creciendo… los cruces eran cerrados previamente por el primer grupo de policías para que el convoy no se detuviera y ello permitía rodar a mas de 100 km/h en una zona semi-urbana y después urbana. Yo, que me he acostumbrado a andar “no muy rápido” que digamos, tuve que ajustarme a las nuevas condiciones y acelerar a fondo para no perder el rastro de la caravana.
El recorrido, que usualmente tarda 45 minutos fue cubierto en menos de20 (calculo…). Llegamos al estadio y, la entrada de la moto, que en la mañana había sido imposible al no tener credencial, esta vez fue inmediata (la verdad, me colé entre los policías). Con la moto dentro del complejo y buena vigilancia de los mismos miembros del escuadrón, no tendría que preocuparme por nada y simplemente disfrutar del partido…


Panorámicas del estadio antes del partido inaugural Sub-20

Con los miembros del escuadrón policial - Unidad de Acción Inmediata

Pero allí no terminaba todo; un periodista argentino me ayudó a entrar hasta las cabinas donde estaba el personal de Caracol TV que cubría el evento. Una rápida conversación con el jefe del equipo bastó para que se programara una entrevista al día siguiente; la intención era hablar del viaje que hacía y mostrar la nota en el noticiero.
Esa noche Colombia ganó el partido 1-0 y sería el preámbulo de lo que, a la postre, sería la gran celebración. Semanas después, me enteré de que Colombia había resultado campeón del torneo!

GOL! de Colombia!!

Momento sprevios al partido de fondo Argentina - Chile

Testigo del fervor de los argentinos por el fútbol: Con solo 4 días de nacido este bebé ya acompaña a su papá al estadio!

Diciendo adiós a mis "escoltas"
El día siguiente (10 de enero) me reuní con el equipo de Caracol TV y después de algunas tomas y una breve entrevista dije adiós a este capítulo futbolero del viaje. Prometieron transmitir la nota en alguna edición del noticiero... la verdad no sé si ocurrió, pero en Colombia habría ya más de uno pendiente por la bulla que yo ya había hecho anunciando mi salto a la fama!


Con el equipo de Caracol TV Noticias
Deseando disfrutar un poco más del clima mendocino y del parque San Martín, que invitaba a pasear y disfrutar de una buena tarde de relax, decidí pasar el día siguiente recorriendo este sitio. Pude reunirme con Paddy y Julieta por última vez, compartir un buen almuerzo y cerveza Patagonia y disfrutar de mis últimas horas en esa linda ciudad.

Reloj solar en el parque San Martín

Monumento a los soldados de la Independencia (Parque San Martin)

Ascenso al Cerro la Gloria dentro del parque San Martin

Portada con un lindo trabajo en hierro forjado - Parque San Martin

Además de ser monumento a los soldados, es un homenaje a la Libertad

Un momento! Pero si aun no estamos en Patagonia!!!



No hay comentarios:

Publicar un comentario