Hola a todos! Ya casi llega la Navidad y espero que cada uno en sus casitas o donde sea que les coja, la pasen rico! Ah! Y recuerden, la pinta de Navidad es en Almacenes Los Vestidos!
Ahora si... entremos en materia...
La noche
precedente a mi visita a Machu Picchu fue corta; a pesar de haber comprado un
reloj despertador con el único fin de levantarme a tiempo, desperté varias
veces pues mi inconsciente aun no confiaba en
la dichosa maquinita, así que constantemente revisaba el reloj para
estar más que seguro. A pesar de tener mi propio medio de transporte y de no
depender de nadie para dicha visita, quería aprovechar al máximo el tiempo y
llegar al sitio tan esperado antes de las 7-.30 a.m.
El reloj
despertador hizo su trabajo de manera impecable y a las 3:30 a.m. estaba yo en
pie y preparando todo para la caminata que me esperaba: unos sánduches, bebida
hidratante en mi mochila, frutas, una última revisión a la cámara y –por si
acaso- empacar la de repuesto… Uno nunca sabe y que tal que a la cámara le dé
por fallar justo allá frente a las ruinas! En este viaje y en ese sentido voy a
la fija, una segunda cámara a la mano que ya ha sido de gran utilidad.
Con la moto
descargada y solo mi mochila como equipaje, emprendí camino por una carretera
oscura y solitaria a las 4:00 a.am., carretera que me llevaría al punto
conocido como la “hidroeléctrica”. La noche anterior había solicitado
indicaciones de cómo llegar al sitio, pero eran un poco confusas; una de ellas
hablaba de girar a la izquierda para tomar un puente, en lo que me pareció era
el giro mencionado tuve el primer despiste y me encontré de frente con un río
que, más por su sonido que por lo que de éste se pudiera ver, era muy
caudaloso… Me devolví y efectivamente más adelante estaba el giro. Continué, el
camino aún seguía oscuro y solo me acompañaba el sonido fuerte del río a mi
lado izquierdo, un poco amenazante, como celoso de perturbar con mi motocicleta
su reinado del alba. Fueron dos más los despistes, pero fácilmente pude retomar
el camino y llegar a la hidroeléctrica cuando apenas uso perezosos rayos de sol
se adivinaban tras las montañas. Y es que el río corre encañonado y a sus lados
solo se observan majestuosas formaciones rocosas casi verticales a las que, a
dicha hora del amanecer, no se les ve fin.
Busqué un
sitio para parquear la moto y pude ver que de un taxi descendía un grupo de
turistas, identifiqué fácilmente a quienes había conocido la noche anterior en
los termales de Santa Teresa: “Víctor y las chicas”; ellos me habían hablado de
sus planes, similares a los míos, pero nunca pudimos concretar el encuentro que
ahora, de manera fortuita se producía! Nos saludamos amigablemente, como
satisfechos de parte y parte por esta jugada del destino y emprendimos camino
de inmediato.
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Inicio de la caminata - Vista de la Hidroeléctrica desde la carrilera |
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Paisaje embrujado entre neblina y sombras adivinando un hermoso amanecer... |
Las sombras
del amanecer ya dejaban ver a lo lejos la línea del ferrocarril, la cual
debíamos seguir permanentemente, sin desviarnos; de repente dicha carrilera
desapareció y todos nos miramos sorprendidos! Y ahora? Y cómo diablos sigue el
tren? Me sentí parte de la saga de Harry Potter donde el tren simplemente
aparece y desaparece, pero ese no era el caso. Decidimos buscar salida por la
parte superior y confirmamos que lo que habíamos seguido no era la línea real
del tren sino una extensión para parquear vagones.
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Vamos de excursión!! |
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Amanecer rumbo a Machu Picchu |
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Disfrutando de la caminata! |
Como en una
excursión de adolescentes reíamos y disfrutábamos de aquel paisaje; sombras y
neblina se mezclaban para ofrecer un espectáculo casi misterioso, la oscuridad
poco a poco daba paso a hermosas figuras montañosas, el río ahora se dejaba ver
en todo su esplendor y la brisa mañanera nos acompañaba constantemente. Un
grupo de escolares entre los 10 y los 14 años nos acompañaron durante nuestra
caminata de unos 90 minutos hasta el Puente Ruinas (punto de quiebre hacia la
población de Aguas Calientes) y primera parada de control, de allí
ascenderíamos casi verticalmente hasta Machu Picchu.
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Primera parada - Puente Ruinas. Listos para el ascenso por las gradas! |
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Vista en el ascenso a Machu Picchu |
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Primeras vistas de Machu Picchu (Graderías bajas) y del Huayna Picchu al fondo! |
Este último
ascenso se hace por unas escaleras que cortan transversalmente el camino
vehicular, el cual serpentea desde Aguas Calientes hasta la entrada Machu
Picchu. Muchas gente prefiere tomar el autobús, pero el costo lo hace
prohibitivo para muchos de nosotros; además estaba el reto de ir caminando
hasta esta maravilla de la humanidad! Víctor, Carmen y Nieves tenían tiquete de
entrada a Huayna Picchu para el horario de 07:00 a 08:00 y debían llegar al
punto de control de Huayna antes del cierre, logramos llegar justo a tiempo
para que ellos pudieran ingresar sin problema. Yo, por mi parte, tenía acceso
al Huayna a las 10:00 y eso me daba tiempo de recorrer la ciudad sin prisa.
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Ya casi... |
Cruzamos el
umbral de la entrada a las 07:45 a.m. Por fin! Estaba a pocos metros, a pocos
minutos de contemplar con mis propios ojos aquello que solo había visto en
fotografías de libros e internet… Los chicos se desviaron por la parte inferior
y yo continué por la superior, quería que mi primera impresión fuera lo más
dramática posible… Y así fue…
De repente, a
mis pies, y como si estuviera yo inmerso en una de las postales que tantas
veces había contemplado, ahí estaba: La ciudad perdida de los Incas. Enclavada
en la parte media de una montaña a la que después llamaron Machu Picchu
(Montaña Vieja) se encuentran las ruinas de una pequeña ciudad que los Incas
diseñaron y construyeron siguiendo normas de urbanismo, códigos antisísmicos,
procedimientos para estabilización de taludes y asombrosas técnicas para
conducción de aguas –entre otras- que aun, en la época actual, deslumbran a los
profesionales más versados en estos temas.
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Y de repente... Ciudad Perdida de Machu Picchu!! |
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La foto de rigor... |
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Más fotos de rigor! jejeje... |
Me tomé un
buen tiempo en la parte media-alta de la ciudad, desde donde se toman las
“fotos de rigor” para después ascender hasta al Templo del Sol… caminaba sin
prisa, como tratando de absorber, a cada paso, la energía que irradia el lugar.
El tiempo parecía no tener lugar en este sitio y todos los malos pensamientos
se desvanecieron mientras estuve allí.
Supongo que
para cada persona la experiencia es diferente, para mí fue un poco mística y
sobrecogedora.
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Vista desde el Templo del Sol |
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Cañón del río Urubamba |
Frente a la
montaña de Machu Picchu, donde se ubica la ciudad perdida, está Huayna Picchu
(Montaña Joven) y ambas están separadas por un estrecho corredor montañoso en
la parte baja. Uno de los atractivos, además de visitar la ciudad perdida es el
ascenso a la cúspide del Huayna, ascenso que inicié pasadas las 10:00 a.m. Con
una duración de 40 minutos aproximadamente y no apto para quienes sufra de
vértigo (sobre todo al descender), el cerro ofrece una vista majestuosa de
Machu Picchu y de las montañas a su alrededor; en su parte más alta es posible
tener vista de 360 grados… Espectacular!
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Ascenso al Huayna Picchu... |
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Vista de la Ciudad de Machu Picchu desde el cerro Huayna Picchu |
Yo al igual
que otros turistas precavidos, estaba a salvo con la ración de sánduches,
frutas y líquido que llevaba en mi
mochila, pero muchos de los turistas no disfrutaban de los mismos beneficios,
Supuestamente está prohibido ingresar cualquier tipo de comida o bebida, pero es
más una estratagema para comprar en las tiendas y restaurantes que está al
ingreso y que, por ponerlo de algún modo, simplemente abusan con el precio!
Machu Picchu es, hasta ahora, el sitio más costoso de cuantos he visitado, a
pesar de no haberles dado el gangazo no dejé de sorprenderme al echar un vistazo a la lista de precios
publicada…
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Panorámica desde Huayna Picchu... |
Las comidas,
bebidas, bus desde Aguas Calientes y tren desde otras partes cercanas no
guardan la más mínima proporción con el servicio o calidad del producto;
simplemente, si estás en Machu Picchu, ese es el precio. Así que, si van a ir,
no den papaya y vayan preparados!
No quería
descansar ni un minuto! Yo quería ver y recorrer todos los rincones! Dejarme
impregnar de la magia y sabiduría de este formidable sitio! Caminé y caminé
hasta hartarme, en algunos momentos, no obstante, decidía hacer un alto y
simplemente “sentir”… ojos cerrados, los demás sentidos atentos…
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Puerta de acceso a la Ciudad Perdida |
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No puede faltar la típica foto de postal! Si inclinan la cabeza hacia su derecha pueden ver el famoso "perfil del Inca" |
Así
transcurrió el tiempo hasta que fue hora de encontrarme nuevamente con mis
compañeros de caminata; pasadas las 2:00 p.m. y después de un breve descanso,
emprendimos nuestro camino de regreso hacia la hidroeléctrica. Compartíamos
historias, puntos de vista; nos sentíamos orgullosos de haber hecho lo que
pocos (o por lo menos eso queríamos creer) habían logrado: llegar caminando a
Machu Picchu (al menos desde la hidroeléctrica!)
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De regreso a Santa Teresa... Hasta allá subimos?? |
A medio
camino y cuando ya podíamos ver las ruinas desde la parte baja nos parecía
sorprendente que hubiésemos llegado hasta allá! Tal vez fue eso, talvez
demasiadas emociones en un solo día o talvez ya era tiempo: Por vez primera en
casi dos meses de viaje lo sentí… el retorcijón en la parte baja del estómago y
la piel de gallina… Jejeje… Muchos comedores callejeros y agua de dudosa
procedencia por fin pasaban la factura. Un fugaz desvío de la carrilera y una
breve visita al exuberante verde que la rodeaba fueron suficientes para calmar
–por lo menos por un buen rato- aquella pequeña “molestia intestinal”… Pero eso
reamente no importaba, yo había visto Machu Picchu con mis propios ojos!
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Llegamos! |
Para rematar
con broche de oro, una nueva visita a los termales de Santa Teresa! Qué
bendición para mis músculos un poco cansados tras esta jornada…
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Taxi de Santa Teresa a Termales... Un poco apretados! |
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Termales! Que descanso! |
Espectacular!! Maravilloso!, q buenas fotos..sigue disfrutando. Abrazos!
ResponderEliminarImpresionante machu pichu ...
ResponderEliminarEnvidiable tu aventura, que no pare la ruta.
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