lunes, 22 de julio de 2013

Más allá de los sueños...



ENTRADA ESPECIAL
Más allá de lo sueños…

Hoy no voy a contarles historias de viaje, tampoco voy a hablarles de motos ni de penurias en la ruta. No voy a escribir acerca de los paisajes de Suramérica ni de condiciones sociales o económicas de la gente… Pero no se desanimen porque hoy voy a hablar de algo muy interesante.
Hoy voy a hablar de ustedes. Si, de aquellos que encienden su computador y se toman unos minutos para leer las historias –algunas veces en más de una ocasión-  y que, de alguna manera viajan conmigo.

La primera palabra que se me viene a la cabeza es GRACIAS. Por creer en mí; por soñar al lado de este viajero a quien le parece a veces exagerado y talvez poco merecido, el reconocimiento de su parte… pero que agradece el ánimo que le imprimen las palabras, comentarios o gestos que acompañan cada lectura del blog. Gracias…

Este viaje, como toda experiencia grande o pequeña, corta o larga por la que atraviesa cada ser humano, no es más que una alegoría de la vida misma. Ustedes, con su dosis diaria de realidad y que se sientan a leer y a soñar despiertos con mis palabras, tratando de escapar de la asfixiante rutina; y yo, un “nómada” en medio de las rutas, no somos tan diferentes. Estamos hechos exactamente de la misma “madera” o por lo menos de la misma materia física y pensante, con el mismo poder de decisión para cambiar nuestras vidas y hacer de ellas algo mejor cada día.

Si bien, cada uno tiene a su alrededor circunstancias que hacen su existencia diferente, todos tenemos esa capacidad de cambio… de mejora. Yo, por mi parte, amo inmensamente a mis seres queridos (aunque no tengo hijos ni esposa, o relación de pareja –lo cual al momento de “arrancar” en un viaje de estos, simplifica sustancialmente la decisión); tenía un trabajo estable y bien remunerado que me proporcionaba los medios suficientes para sobrevivir en nuestra sociedad. Pero al sentir que mi vida podía ser más plena, tomé la decisión de cambiar.
Ahora bien, mi temperamento y estilo de vida es extremo en algunas cosas y por ello mi idea de “vivir plenamente” era hacerle caso al espíritu aventurero y recorrer Suramérica en moto. Aquí estoy, cerca del final del recorrido…

Pero quedamos en que no íbamos a hablar de mí sino de ustedes (o de usted). ..

No le estoy pidiendo que corra al concesionario más cercano y se compre la moto más cara (o la más barata) y “prenda motores hacia Ushuaia”, además tampoco quiero vérmelas con esposas (o esposos) malhumoradas reclamándome porque su marido se volvió loco y decidió ser feliz en el fin del mundo (aunque, aquí entre nos, si ESO es lo que quiere... hágalo!). Le estoy pidiendo que, de manera responsable, tome las riendas de su vida y, paso a paso, si es necesario en pequeños incrementos, implemente los cambios que muy dentro de sí, sabe necesarios para una vida más plena.

Para algunos la plenitud viene representada en momentos como aquel, cuando su hijo dio el primer paso, o cuando su hija lloró en sus brazos por alguna decepción amorosa… Para otros, está en la belleza de un atardecer o en la libertad de correr, nadar o montar en bicicleta. Otros prefieren producir, producir y producir y esa es su manera de hacer de éste un mundo mejor. Mas, cualquiera que sea su verdadero objetivo, si hay algo que se interponga entre usted y dicho objetivo, debe figurar en su lista de cosas innecesarias, Muchos dirán “Mi trabajo es el que se interpone y sin él no puedo sobrevivir en esta sociedad”. Talvez sea válido, pero generalmente es más válido que está trabajando un poco más de lo necesario… y hablando con sus hijos menos de lo requerido…

El punto es, mis estimados, que aun las decisiones más pequeñas e insignificantes, cuando se toman a tiempo  poseen un poder impresionante. Una buena noticia es que siempre se está a tiempo de mejorar su vida.

Cambio… Esa es la palabra clave.
Nos estancamos y creemos que simplemente porque no ocurren tragedias a nuestro alrededor, nuestras vidas marchan bien. Qué mayor tragedia que vivir la vida de los otros mientras la nuestra se queda estancada?

Pero hay cambios que traen consigo dolor; dolor del que uno cree que nunca podrá sobreponerse y, peor aún, del que creemos que las personas a nuestro alrededor nunca se sobrepondrán. Por qué muchas parejas insisten, escudándose en la estabilidad y felicidad de sus hijos, en seguir llevando una “convivencia” infeliz? Acaso no es más perjudicial para alguien crecer con una falsa idea de la “sana convivencia”? Créame, sus hijos le valorarán y respetarán más si usted asume y enfrenta los problemas poniendo por delante SU felicidad. Ese, en mi opinión, es el mejor ejemplo que les puede dar.
Así que SI, hay cambios que traen dolor, pero el dolor pasa y luego llega la recompensa.

Otros cambios, ya lejos del tenor sentimental y familiar son menos dolorosos pero igual de traumáticos. El abandonar un empleo que no nos satisface plenamente o mejor aún, el iniciar una actividad que, por loca que parezca, sabemos que nos traerá mayor satisfacción, trae consigo interrogantes casi imposibles de responder con certeza. Solo cuando aprendemos que la certeza no existe o que es sinónimo de “estancamiento”, decidimos que lo “incierto” entre en nuestras vidas e iniciamos el camino hacia un futuro mejor. O por lo menos más aceptable. Valoramos entonces la libertad de tomar nuestras propias decisiones y nos sentimos valiosos por tener el coraje de usar dicha libertad.

Una de las cosas más especiales que me han manifestado –un “halago” para mí-, provino de alguien que me “agradecía” por el cambio que yo, con mi viaje, había motivado en su vida. “El coraje de dejar cosas atrás, de desprenderse de lo trivial, de tomar las riendas de la vida y buscar ser más pleno” me dijo, “ha motivado cambios en mi vida”. Poco después, me he enterado que los cambios fueron radicales y que su vida ahora, en medio de los trastornos que sobrevienen, no solo tiene una mejor previsión, sino que además, está presente el orgullo de quien lleva las riendas de su existencia.

Y poco a poco, con pequeños cambios en nosotros mismos que se ven reflejados en nuestro estilo de vida; motivando a las otras personas a que cambien las suyas, es como construimos un mundo mejor. Una cadena de la que ya formamos parte, pero en la que precisamos tomar acción, y cuanto antes mejor.

“Cuando descubrí que el mundo en que vivía no era aquel que yo quería, quise cambiar el mundo. Resultó que era muy difícil cambiar el mundo, entonces decidí cambiar mi país. Pero era muy complicado cambiar mi país, entonces traté de cambiar mi ciudad. Cuando me convencí de que ello era casi absurdo, me limité a mi familia. Mi familia también resultó tarea complicada, así que decidí cambiar YO…. Y cuando YO cambié, de repente el mundo cambió!”


2 comentarios:

  1. Hola... como que te perdimos.. Me alegra que sea realidad el gran sueño que me habías compartido..

    Eres una inspiración de que no hay limites, todo esta en nuestra mente..

    goyi

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    1. Hola Goyi!
      No me perdieron! Jajaja.. Por el contrario, ya estoy próximo a llegar a Colombia! Probablemente en Septiembre...
      Que bueno que te han gustado las publicaciones y me llena de inspiración a mi también el reconocimiento de personas como tú!
      Un fuerte abrazo!

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